martes, 21 de junio de 2011

INDEPENDENCIA DE MEXICO

Los Inicios

La invasión napoleónica aceleró el comienzo de la lucha por la independencia. Al descontento de los criollos se unió la oposición de los peninsulares respecto al nuevo emperador; este hecho fue aprovechado por aquéllos mediante una seria de insurrecciones, primero, hasta el desarrollo de la guerra, después. La independencia se veía la única opción para establecer un gobierno libre, capaz de administrarse y dirigirse por sí mismo, porque la corona española ya no se ocupaba sus territorios y tenía sus propios problemas.

Desarrollo

La crisis de México que desde 1976 viene manifestándose ha trascendido no sólo en cuestiones de carácter estructural como institucional. También ha enajenado muchos de los preceptos del bienestar social. Uno de ellos es el concepto de desarrollo.

Lo primero que se observa es que se nos ha hecho creer que es una acepción meramente económica y sinónimo de crecimiento económico. Lo cual no es cierto. Primeramente el desarrollo es un precepto de contenido social y segundo, el crecimiento económico no necesariamente logra un incremento en el bienestar social.

Pre juiciosamente se concibe que el crecimiento económico es la base del desarrollo. Pero esto no es así, el crecimiento sólo toca a un incremento en el Producto Interno Bruto (o en el Ingreso nacional), pero no a la distribución social de la riqueza. El desarrollo, por otra parte, implica una mejora en el bienestar social.


Sentimientos De La Nacion

Tras la muerte de Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, Ignacio López Rayón encabezó a las fuerzas insurgentes que se encontraban en Saltillo, tomó la plaza de Zacatecas y se dirigió a Zitácuaro en donde convocó la Suprema Junta Gubernativa de América, la cual tuvo la finalidad de establecer un orden jurídico y político de los grupos insurgentes en el país. Los primeros vocales de la junta fueron José María Liceaga, José Sixto Verduzco y el propio López Rayón. Mientras esto ocurría Morelos realizaba campañas en el sur de la Nueva España en el puerto de Acapulco y Cuautla. La junta fue dispersada por los constantes ataques de las fuerzas realistas al mando de Félix María Calleja.


Sentimientos de la Nación fue un documento, expuesto por José María Morelos y Pavón el día 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo. Es considerado uno de los textos políticos mexicanos más importantes, el conjunto de ideas expresadas se fundamenta en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, así como en la Revolución francesa.

Plan de Iguala



Documento histórico del Plan de Iguala proclamado el 24 de febrero de 1821 por el general Agustín de Iturbide.

El Plan de Iguala fue un pronunciamiento político proclamado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821 en la ciudad de Iguala de la Independencia, Guerrero; en el cual se declaraba la independencia de México.
Sus tres puntos fundamentales fueron:
  1. Establecer la Independencia de México de España.
  2. Establecer la Religión Católica como única.
  3. Establecer la unión de todos los españoles y americanos.
Más tarde, estos tres principios (Religión, Independencia y Unión) se convertirían en las Tres Garantías que promovió el ejército que sustentaría al gobierno, al que, por la misma causa, se le llamó Ejército Trigarante.
Según este plan, el gobierno que adoptaría como nación independiente sería el de una monarquía moderada, cuya corona sería otorgada a Fernando VII (miembro de la Casa de los Borbones), o en su defecto, a algún otro infante.
El plan suprimía, además, las distinciones étnicas entre los habitantes de la hasta entonces Nueva España; declaraba la igualdad de todos los individuos y, por lo tanto, en adelante todos tendrían los mismos derechos.
Para gobernar al nuevo país en lo que llegaba un príncipe a ocupar la corona, el plan proponía la creación de una "Junta Gubernativa" y, posteriormente, una Regencia que se encargaría de gobernar en lo que se elegía al nuevo emperador. Además convocaría a Cortes para elaborar una Constitución.
El plan es una reacción a los movimientos liberales que sucedían en España, en lo que se llamaría el Trienio Liberal. Tras un pronunciamiento militar realizado en Sevilla por Rafael de Riego, este logra obligar a firmar al rey Fernando VII de España una constitución parlamentaria de corte liberal. Este trienio liberal dura entre 1820 y 1823, cuando Fernando VII consigue que se cree la Santa Alianza (Prusia, Austria y Rusia), que envía un ejército compuesto por 95 000 soldados en ayuda del rey (ejército llamado los Cien Mil Hijos de San Luis), restaurando el Antiguo Régimen y el absolutismo tras la Batalla de Trocadero. Esto provocó una emigración de "liberales", principalmente a Londres, y que sobrevivió malamente con un paga que les concedía el gobierno inglés.
Finalmente, exhortaba a los insurgentes a incorporarse al ya mencionado Ejército Trigarante, cuyo líder sería Agustín de Iturbide.

Constitución de Apatzingan 

La Constitución de Apatzingán (formalmente: Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana), fue promulgada el 22 de octubre de 1814, por el Congreso de Chilpancingo reunido en la ciudad de Apatzingán a causa de la persecución de las tropas de Félix María Calleja. La Constitución fue válida para las fuerzas de los insurgentes y los territorios que lograron controlar efímeramente durante el transcurso de la guerra de la Independencia de México.

Después de la muerte de Miguel Hidalgo y Costilla, el 28 de junio de 1813, José María Morelos desde Acapulco hizo un llamado para crear en el mes de septiembre un Congreso en la ciudad de Chilpancingo (actualmente estado de Guerrero), cuyo propósito fue crear un gobierno independiente. Proclamado como el Supremo Congreso Nacional, fue instalado el 14 de septiembre de 1813; el mismo día Morelos anunció a la Asamblea un documento con carácter de programa llamado Sentimientos de la Nación,[1] en el cual declaraba la independencia total de la América Mexicana y establecía un gobierno popular representativo con división de poderes, prohibía la esclavitud y la división de la población en castas.[2] El 6 de noviembre del mismo año, el Congreso firmó el primer documento oficial de declaración de independencia conocido como el Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional.[3]




Const apatzingan.jpg Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana
Portada original de la Constitución de Apatzingán Creación 1814 Ratificación 22 de octubre de 1814 Ubicación Archivo General de la Nación en el Palacio de Lecumberri. Autores Congreso de Chilpancingo Signatarios Congreso de Chilpancingo Función Constitución para contralar los territorios independizados.













Centralistas Federalistas

El fracaso del imperio se debió tanto a los irrefrenables impulsos absolutistas de Iturbide, que contribuyeron al creciente desacuerdo en su contra, como al oneroso aparato cortesano con que se hizo rodear, sin tomar en cuenta la ancestral pobreza de la mayoría de sus súbditos y las precarias condiciones en las que se encontraba el país al iniciarse la vida independiente.
El establecimiento de la república, por consiguiente tuvo una favorable acogida por muchos conceptos, ya que se consideró que era el sistema gubernativo qu mejor satisfacía los ideales se emancipación popular, libertad y justicia de los próceres insurgentes. Pero al ponerse en marcha el proyecto republicano, aparecieron dos tendencias, que correspondían a los antecedentes socio-políticos de los más importantes sectores de la población: la federalista y la centralista.
Los federalistas simpatizaban por una república democrática y representativa, con división de poderes, en la que fueran respaldados los derechos de las provincias (Estados) que la integraban, y el de sus habitantes en lo tocante en la elección de las autoridades. Entre las figuras representativas de dicha corriente destacó Valentín Gómez Farias quien en su interinato como presidente de la república le dio un extraordinario impulso al sistema federal, dentro de los tradicionales principios liberales, y anticipándose al proceso reformista que más adelante marcaría una interesante etapa de la historia nacional.


Guerra de Reforma

La Guerra de Reforma de México o también conocida como la Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861, que culmina con la entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores.
Se inicio cuando el general conservador Félix Zuloaga, dio a conocer el Plan de Tacubaya, el cual demandaba la derogación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario, el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores, "garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación, Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al Plan de Tacubaya. Benito Juárez (Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario acotar el gran poder económico y político de la Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y el presidente Benito Juárez instaló su administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se reunió así el primer Congreso Constitucional que trabajaría ya bajo los principios de la carta magna del 1857.




Perdida de Territorio

El Tratado de Guadalupe Hidalgo (en inglés: Treaty of Guadalupe Hidalgo), oficialmente llamado Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América,[1] fue firmado al final de la Guerra de Intervención Estadounidense por los gobiernos de México y los Estados Unidos el 2 de febrero de 1848, y fue ratificado el 30 de mayo de 1848. El tratado estableció que México cedería más de la mitad de su territorio, que comprende la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México y Texas, y partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. Además, México renunciaría a todo reclamo sobre Texas y la frontera internacional se establecería en el Río Bravo.[2] Como compensación, los Estados Unidos pagarían 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra, unos 313,46 millones de dólares del año 2006.
Entre los notables aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: se estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre Texas y México, y se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Asimismo, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio. Sin embargo, cuando el Senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. También debilitó el Artículo 9, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos.[3]

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