viernes, 3 de junio de 2011

Época Colonial

Conquista de México


Archivo:Murales Rivera - Markt in Tlatelolco 3.jpgLa Conquista de México se refiere principalmente al sometimiento del estado mexica o azteca, logrado por Hernán Cortés en el nombre del rey Carlos I de España y a favor del Imperio español entre 1519 y 1521. El 13 de agosto de este último año, la ciudad de México-Tenochtitlan cayó en poder de los conquistadores españoles, después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos, en los que participaron activamente junto con los españoles invasores, los pueblos previamente avasallados por los mexicas, en un afán por rebelarse —aprovechando la alianza circunstancial de los recién llegados— de las condiciones de sojuzgamiento en que vivían.
Hubo otras expediciones y campañas militares, tanto de Hernán Cortés como de sus capitanes, entre 1521 y 1525, en la zona central, norte y sur del territorio de la actual nación mexicana, las cuales fueron estableciendo paulatinamente los límites de laNueva España. A partir de estos acontecimientos que modificaron drásticamente la geopolítica mundial en los albores del siglo XVI, habrían de transcurrir aproximadamente tres siglos de dominación y colonialismo para que gran parte de los territorios se transformaran por medio de una guerra de independencia, en lo que es hoy finalmente la República mexicana.
Las conquistas y colonizaciones de la península de Baja California, de la península de Yucatán, de la zona occidental de lo que hoy es México —conocida como Nueva Galicia—, de la zona noreste conocida como Nuevo Reino de León, y de la zona norte en donde se encontraba la Nueva Vizcaya fueron realizadas posteriormente por diversos conquistadores y Adelantados.
Las fuentes principales de información de las campañas de Cortés y sus capitanes son las crónicas de Indias redactadas en el siglo XVI, de las que destacan la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, quien participó en las campañas bélicas, las cartas de relación de Hernán Cortés al rey Carlos I de España, y la obra deFrancisco López de Gómara, conocida como Historia general de las Indias, quien nunca pisó el continente americano pero conoció a Cortés y se documentó con los relatos de los soldados que participaron en la conquista.

Evangelización

Como los conquistadores no pudieron comprender "el alma de los indios", quedaron obstruidas todas las posibilidades de una evolución orgánica de la misión cristiana. La lengua que debería estar al servicio del evangelio en realidad servía para legitimar la conquista con violencia física, que tiene su fundamento en la convicción de las coronas de formar el brazo prolongado de la cristiandad occidental para la sujeción, civilización y evangelización de los pueblos autóctonos del Nuevo Mundo. La contradicción entre obras y palabras, entre ortodoxia y ortopráctica, de los españoles le quitó la credibilidad al evangelio. No obstante, no faltaron religiosos cuya actuación pudo convencer a sus oyentes. Los misioneros eran los primeros estudiantes de lenguas y culturas indígenas, pero la Inquisición de España prohibió categóricamente que traducciones de la Biblia en lenguas vernáculas se imprimieran; así, trechos bíblicos traducidos tuvieron que copiarse a mano. En la Doctrina Cristiana, el primer catequismo del Nuevo Mundo, se nota que los misioneros se sienten como portadores de la verdad y como instrumentos elegidos de Dios para la evangelización. Aunque al principio hablan de la buena nueva del paraíso, después dan mayor peso a la predicación asustadora sobre el infierno. Tanto los famosos "Colloquios" entre los 12 franciscanos y los representantes de los aztecas de 1524 como el Colegio de Tlatelolco quedaron como excepciones en la práctica misional. No se aceptó la ordenación sacerdotal de indígenas así que se impidió la formación de una iglesia verdaderamente autóctona.

Organización Política

La llegada a América proporcionó a la Corona de Castilla la posibilidad de conquistar y explotar territorios. Las nuevas tierras fueron incorporadas a Castilla que financió la empresa del descubrimiento y que controló su colonización mediante el establecimiento de un  monopolio sobre la inmigración y el comercio.
Las indias copiaron la organización institucional castellana, instaurándose el municipio, los cabildos, los virreinatos (como organización territorial superior) y las Audiencias (para ejecutar funciones judiciales y de gobierno)
Se fundaron 2 virreinatos,  el de Nueva España (Centroamérica y las islas caribeñas) y el de Perú (en América del Sur hasta la Patagonia, excepto Brasil) También se crearon gobernaciones como unidades político-administrativas, otorgadas al jefe del ejército conquistador. Tanto virreyes como los gobernadores tuvieron atribuciones de gobierno y justicia y capacidad para beneficiarse de los productos de la zona.
Al mismo tiempo fue desarrollándose una legislación para la organización de los nuevos territorios, Leyes de Indias, entre las que destacan los contratos de los monarcas con los descubridores (Capitulaciones)
La 1ª recopilación de leyes son las Leyes de Burgos que respondían al deseo real de evitar los abusos de los colonos y de mantener bajo su control el Imperio, prohibiendo la esclavitud, pero obligando a los indígenas a trabajar para los colonizadores. Apareció el concepto de encomienda: el indígena era 2encomendado2 al colono para que éste le enseñara a trabajar y le instruyera en la fe cristiana, pagándole un salario por su trabajo. Pero se realizaron grandes abusos y se redactaron las Leyes Nuevas de Indias (1542) que abolieron las encomiendas.
Sin embargo, las dificultades de comunicación provocadas por la distancia, condujeron a una notable autonomía respecto al poder real, acuñándose la afirmación "Obedezca, pero no se cumpla". Así, la corrupción y la explotación de los indígenas fueron rasgos destacados de la administración en América. 
 
Economia
 
En sus inicios no fue particularmente fácil la vida económica en las colonias, donde no existía la moneda como medio de pago, entre aborígenes y conquistadores., usándose prioritariamente el sistema de trueque. Luego se usaron ciertos productos como monedas. La vara de lienzo, por ejemplo, en Santa Fe, equivalía a dos reales. Los precios no eran iguales en un lugar que en otro.
La economía colonial fue, lógicamente, complementaria de la española, tendiente a satisfacer de aquellos productos que España no tenía, pero que a la vez pudieran soportar el largo viaje desde América.
La economía se basaba en casi todo el territorio en el trabajo indígena estructurado en el sistema de encomiendas, y la mita, que originaron abusos. Esto no sucedió en Paraguay, donde los indios se sometieron en forma voluntaria y gratuita. Por lo tanto no fue necesario el sistema de encomiendas.
La principal fuente de riqueza era la tierra y sobre ella, los conquistadores establecieron un sistema feudal. Primero, la propiedad de la tierra se obtuvo por donación de la Corona, y luego por compra., pero sólo podían convertirse en propietarios los conquistadores, los pobladores, los beneméritos de las Indias y sus descendientes.

En Buenos Aires y en el litoral, se estableció una zona para el pastoreo de ganado fuera del radio urbano. En salta surgieron “marquesados” como el de Yavi, cuyas riquezas provenían de la “invernada de mulas”. Para ello se repartieron indios y tierras. La excepción fue Cuyo, donde no existió el latifundio, ni el pastoreo de ganado, repartiéndose, más indios que tierras.
No cabe duda, que el producto más rentable eran los metales preciosos. Al principio, los conquistadores se apoderaron de ellos por trueque o saqueo. Luego los recolectaron naturalmente, donde lo encontraban, sobre todo en el cauce de los ríos, utilizando a los aborígenes para la tarea. A partir de 1560, nuevas técnicas permitieron organizar y mejorar la explotación minera de yacimientos, contando también para ello con la mano de obra de los pobladores originarios, mediante el sistema de la mita, copiado del sistema incaico, pero mucho más abusivo. Se les exigía que extrajeran entre 20 y 25 kg. De plata diarios, en jornadas agobiantes.
Las minas de Potosí (Perú) se hallaban a más de 4000 metros de altura, por lo que resultaba de muy difícil acceso para la recepción de productos de intercambio. Se tardaba aproximadamente un año en llegar allí para entregar alimentos, productos manufacturados o bestias de carga, a cambio de plata.
En América, los europeos hallaron especies novedosas para ellos: maíz, tabaco, cacao y papa, además de otros cultivos, como por ejemplo, tomate, maní, mandioca, pimiento y yerba mate. En cambio, el aporte indígena a la ganadería fue muy escaso. Los primeros equinos del Río de la Plata, fueron traídos por Pedro de Mendoza. El ganado ovino y vacuno provino del Alto Perú.
En el Río de la Plata y en Paraguay se organizaron en el siglo XVII, las vaquerías, ante la abundancia de ganado. Se hacían rodeos de hacienda cimarrona, para obtener cueros, astas y grasas, descartándose la carne, que era aprovechada por los pumas y caranchos.
galeonesDurante los siglos XVI y XVII se creó el sistema de flotas y galeones para custodiar el transporte de oro y plata que realizaban las embarcaciones españolas de los ataques de corsarios y bucaneros.
Las teorías mercantilistas, vigentes en Europa, sobre todo, a partir del siglo XVII, sostenían que la riqueza de un país se basaba en la cantidad de oro que acumulara, para lo cual el estado debía regular directamente la economía. Por ese motivo, España, trató de que el oro americano abultara sus arcas. En este siglo comienzan a desaparecer los sistemas de encomiendas, robusteciéndose la actividad comercial. Los indios se asientan en las reducciones y comienzan a dedicarse a tareas menores. Mientras tanto, los conquistadores amplían sus riquezas, sobre todo en ganado, en las pampas.

En Potosí decreció la actividad minera, y empezó a destacarse Oruro.
Desde el puerto de Sevilla, dos veces al año, partían dos flotas, controladas por la Casa de Contratación: una a Veracruz y otra a Portobelo. Allí se desembarcaban las mercaderías, que eran conducidas por vía terrestre hacia las costas del Pacífico (por el istmo de Panamá). Desde allí se embarcaban hacia Perú..Los comerciantes intermediarios que llevarían los productos a Cuyo, Salta, el Alto Perú, Córdoba del Tucumán, e incluso al Río de la Plata, acudían al Perú para obtenerlos.
Este era el comercio legal, monopolista, que había establecido España para sus dominios coloniales, donde sólo estaba permitido el comercio entre América y España. El sistema no fue aplicado en forma rígida, ya que al margen de dicho sistema de concedieron permisos comerciales, sobre todo al Río de la Plata Pero, junto a él, surgió otro intercambio, ilegal, con otros países europeos. Desde Guinea, llegaban esclavos al puerto porteño, además de géneros y ginebras holandesas que se dirigían a Potosí, desde donde, a su vez llegaban a Buenos Aires, los cargamentos de plata con destino a Europa.

Para impedir el contrabando se creó una “Aduana Seca” en Córdoba, en 1622, que tenía como objetivo impedir la comunicación entre el Puerto de Buenos Aires y el norte colonial, que producía la entrada y salida de productos ilegales. Esa circunstancia hizo nacer una diferenciación. Entre Córdoba y Buenos Aires era fácil contrabandear, pero no en el norte, por lo cual esa zona comenzó a desarrollar su producción industrial.
El territorio americano del norte, entonces, se autoabastecía. Los alimentos, ropas, movilidad y hasta artículos suntuarios, eran de propia fabricación. De España se importaba muy poco, ya que sus productos eran muy caros, aunque se llevaban demasiado, sobre todo, oro y plata. Esas industrias locales se desarrollaron por necesidad de satisfacer los requerimientos de la población, impedida de realizar contrabando. Tucumán poseía cereales, ganados y producción de mulas. Sus telares fabricaban tejidos de lana y algodón. En La Rioja se producía vino, en Córdoba harina, en Santiago, jabón. En esta dos últimas regiones también se fabricaban prendas de vestir y sombreros.
En el siglo XVIII, la base de la economía colonial lo constituyó la ganadería, con la venta de cuero, cebo y grasa, dando nacimiento al grupo económicamente poderoso de los estancieros, por lo general funcionarios o militares. Las mayores haciendas se concentraron en México y en el área andina. En agricultura, se exportaba trigo, lino y cáñamo.
Es en este siglo cuando nacieron nuevas teorías económicas, en reemplazo del mercantilismo: la fisiocracia, donde nuevamente la agricultura cobró importancia en el ámbito económico. Para estas ideas la riqueza de los estados se basaba en la tierra, y su explotación racional, con poca intervención del estado en el plano económico.
Desde España, y para estar de acuerdo con las nuevas ideas, más liberales, el rey Carlos III, en 1765 autorizó a otros puertos españoles para comerciar con América (Barcelona, Alicante, Cartagena, Cádiz, La Coruña, Gijón, Santander y Málaga). Promulgó en 1778, el Reglamento para el comercio libre de España e Indias, donde se habilitó a trece puertos españoles y a veinticuatro americanos, entre ellos Buenos Aires, para comerciar con España. Algunos tejidos españoles fueron eximidos del pago de impuestos, mientras que otros productos abonaban el 3 %, contra un 7 % que debían pagar los productos extranjeros. Este Reglamento no eliminó el sistema de monopolio sino que habilitó más puertos para el intercambio comercial.
Para recaudar los impuestos provenientes del nuevo puerto porteño se creó la Aduana de Buenos Aires. Para entender en los conflictos comerciales se fundó, en 1794, el Consulado. Tenía además funciones de fomento a la agricultura y la ganadería. Buenos Aires pronto se enriqueció, gracias a las ganancias aduaneras, y los pueblos del interior comenzaron un creciente período de retroceso económico.
El estricto sistema comercial impuesto por España, originó una de las principales reacciones contra el dominio español, constituyéndose en la causa más elocuente de las revoluciones por la emancipación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario